Mi historia comenzó en Peumo, rodeada de viñedos, y vi de cerca cómo el orujo de uva, un subproducto rico en antioxidantes, podía tener un gran potencial.
Surgió una pregunta que lo cambió todo: ¿y si pudiera convertir este recurso en un alimento nutritivo y sostenible? Comencé a investigar, a experimentar en mi cocina y desarrollé una receta simple pero poderosa:
Barritas de orujo de uva, con solo cuatro ingredientes. Es más que un negocio; es un compromiso con la alimentación consciente y el aprovechamiento de los recursos naturales.