Investigadores de la Universidad Católica del Maule descubrieron que el orujo, que son los desechos de la uva que quedan después de producir el vino, puede matar a la bacteria helicobacter pylori, y también prevenirla.
El estudio, encabezado por la microbióloga Ileana González Bonnet, se enfocó en la uva país, la cepa más antigua del vino chileno. A partir del orujo de esta variedad, los investigadores desarrollaron un extracto rico en polifenoles, compuestos antioxidantes con propiedades antimicrobianas.
“Lo que hicimos fue utilizar ese orujo que desechaban las industrias para hacer un extracto concentrado en polifenoles”, explicó González.
En pruebas de laboratorio, el equipo sometió muestras de helicobacter pylori —extraídas mediante biopsia a pacientes infectados— a distintas concentraciones del extracto. Los resultados fueron contundentes: en dosis específicas, el orujo logró inhibir o matar la bacteria.
Además, el grupo trabaja en incorporar este extracto a productos alimenticios, como el chocolate, para facilitar su consumo como un complemento preventivo.
“Esto no sustituye el tratamiento antimicrobiano, pero se puede usar preventivamente para evitar la colonización. La helicobacter es un factor de riesgo para el cáncer gástrico porque se mantiene sin síntomas durante años”, detalló.
El proyecto, que se ha desarrollado durante cuatro años, ahora avanza hacia etapas de perfeccionamiento y transferencia tecnológica. Si bien aún no se han realizado ensayos clínicos, los científicos confían en que esta innovación tendrá un alto potencial preventivo, especialmente en poblaciones de riesgo.